Hacer un triángulo con atributos y/o competencias con las que contemos para nuestro futuro profesional parece una fácil instrucción... quizás lo sea. Pero la verdad es que resultó más difícil de lo que podría creer. Me piden pensar en mis atributos y lo primero que pienso es en mis carencias... ¡esto no va bien!
Siempre he sido super autocrítica y pocas veces estoy conforme con lo que hago. Sí sé reconocer mis logros, al igual que mis errores, pero mi inquietud constante son mis falencias.
Entonces, cuando trato de llenar ese triángulo en blanco frente a mí, sólo pienso en: inseguridad, timidez y temor, entre otras cosas que creo me caracterizan y que de seguro no serán mis herramientas principales cuando haga mi práctica o cuando salga de la Universidad.
¡Definitivamente necesito esforzarme un poco más!...
Así se viene a mi mente algo que me ha acompañado gran parte de mi vida: la perseverancia. Gracias a ella estoy donde estoy y puedo decir que esto no ha sido fácil.
Pero aquí quedo en blanco. En este minuto es lo único de lo que estoy segura me acompañará toda la vida y me ayudará a crecer como persona y como profesional.
Por cumplir con el objetivo llené el triángulo con las palabras humildad y empatía. Y si bien reconozco tener algo de ellas y que serían buenas herramientas para mi futuro profesional, siento que no son las palabras indicadas.
Días después vi el triángulo en un rincón de mi escritorio, lo tomé y con calma pensé un rato...
Así se veía mi nuevo triángulo, con las palabras: perseverante, honesta y crítica.
Honesta con los demás, pero por sobretodo, honesta conmigo, con lo que pienso, con lo que siento. La honestidad abre puertas al diálogo y a la confianza, elementos clave para ejercer nuestra profesión y para ayudar a las personas que consulten con nosotros.
Crítica con cada proyecto que emprendo, siempre atenta a todo lo que se pueda mejorar para que las cosas salgan de la mejor forma posible. Ser crítico nos permite progresar, generar cambios y también crear, ya sea en nuestro círculo más cercano o a nivel social.
Creo que debería llenar mi vida de triángulos y quizás dejaría de verlos vacíos. Hacer uno cada vez que me enfrente a un desafío, cada vez que haga un cambio.... es una buena alternativa para dar un giro a
mis falencias.
A ver como será mi triángulo en dos años más....
Excelente trabajo María Jesús.Un buen comienzo.
ResponderBorrarMe gusta la gráfica.
También me gustó tu primera entrada con el tema del triangulo de tus potencias.
Muy bien los gadgets.
Saludos y un gran abrazo.
Félix Pérez
Gracias profesor!
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