En esta ocasión la sesión comenzó de una forma muy particular.
En parejas teníamos que seguir los movimientos de un par de zapatos.... si!! un
par de ZA-PA-TOS. En un comienzo, debo decir que pensé que la profesora se
había vuelto loca, pero cuando empezamos a movernos, ya no me parecía una
locura... o quizás sí, pero una locura de la que yo quería ser parte, de la que
estaba feliz de ser parte. Creo que son estas pequeñas actividades, de tan sólo
unos minutos y que parecen no conducir a ningún lado, las que finalmente
resultan más significativas, porque son las menos protocolizadas, las más
improvisadas, perfectas para distender el momento, para preparar el cuerpo y la
mente para hacer cualquier cosa, hasta los sin-limites de nuestra imaginación.
Luego comenzamos a caminar por todas direcciones y poco a poco
comenzamos a interactuar con nuestros compañeros, sólo con el cuerpo, sin
hablar, a chocar suavemente con distintas partes del cuerpo. Al principio este
tipo de actividades resultan un poco invasivas, sobre todo cuando el espacio es
reducido, pero en la medida que se va entrando en flujo es como si todos estuviéramos en
sincronía, así como una pintura que cobra vida por si sola o como la mejor de
las melodías que no necesita de nadie que la componga. Nadie nos guía, sólo
nuestros movimientos, todo fluye. Por esto creo que es un buen recurso a
utilizar en intervenciones de TO, pero quizás no sea una buena opción hacerla en
las primeras sesiones; será importante crear un poco de confianza entre los
participantes, sólo lo suficiente para que todo este contacto físico no sea tan
invasivo, para que al finalizar, se sienta la fluidez, la confianza, el
ritmo...
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| Fundación Bobath |
Me parece increíble la cantidad de emociones que podemos transmitir con
tan sólo un toque, con tan sólo un movimiento y no puedo dejar de vincular esto
con una experiencia que tuvimos días después en otro ramo, en donde vimos a
grandes rasgos los fundamentos de la técnica Bobath. En una actividad práctica
que hicimos para comprender lo que estábamos viendo en teoría, vivenciamos la
importancia de las manos, de nuestro cuerpo para facilitar el movimiento. Qué
importante resulta nuestro cuerpo. A veces sólo hablamos, hablamos, hablamos
(algunos lo hacen muy rápido... yo también a veces) y nos olvidamos de todo lo
demás... nuestros ojos, nuestras manos, nuestro cuerpo entero habla todo el
tiempo, pero pocas veces ponemos atención (hasta el pelo habla; cuando estoy
muy frustrada se me alisa y pone opaco, automáticamente. De verdad que
automáticamente) Por eso es importante que aprendamos a estar atentos a este
lenguaje mudo; para luego poder leerlo en nosotros y en todos… en nuestros
futuros usuarios, pacientes, clientes…. PERSONAS
Luego de haber distendido el ambiente lo suficiente, de haber liberado
nuestros sentimientos y pensamientos ya estábamos preparados para el siguiente
gran paso. Nos dividimos en 4 grupos, cada uno con un nombre e instrucciones que
sólo cada uno conocía; Entregar – Movimiento – Libertad – Maquillaje
Movimiento, Libertad y Maquillaje nos deleitaron con toda una explosión
creativa… colores, movimientos, expresiones daban vida a cada una de sus ideas
en cada una de nuestras mentes, en cada uno de nuestros corazones. Imaginen un
sinfín de ideas… todas eran distintas. En este sentido, bendigo al silencio…
que maravillas hace en nuestras mentes ajetreadas, siempre apuradas, siempre
atrasadas, siempre adelantadas. Increíble como un trozo de tela simbolizaba una
uva, como un ojo pintado en una mano simbolizaba el cambio, como un baile
simbolizaba la timidez.
Finalmente se hizo una actividad de relajación. Todos recostados en el
piso, en completo silencio. Es aquí cuando sale el grupo del cual yo era parte:
Entregar. Al principio, cuando recibimos la instrucción, no comprendía qué íbamos
a entregar… luego lo supe. En este estado de completo silencio sacamos nuestros
instrumentos musicales: un triangulo, unos palos de madera, unas botellas
plásticas, entre otros… y comenzamos a tocar, simplemente como iba fluyendo,
como lo íbamos sintiendo. Hasta ese momento aun no entendía, entendía que entregábamos
música, pero creía que sólo sería ruido y que nuestros compañeros preferirían
el silencio. Pero sorpresa!! Cuando se hizo el cierre de la sesión muchos
comenzaron a expresar todos los sentimientos e ideas que había provocado cada
ruido que habíamos hecho… agua, bosque, ranas, viento… creamos un verdadero
bosque, sin siquiera pensarlo.
Que lindo Jeshu!
ResponderBorrarMe encanta como escribes :)
Saludos!
Gracias caro!! tú tambien escribes muuuy lindo...
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